Por: Rosario Avril Rodríguez Ramón
Todos somos conscientes de que fumar es nocivo para la salud, que el tabaquismo es una adicción mortal; sin embargo, cada quien es libre de decidir si fuma o no.
La ley anti tabaco que entró en vigor desde hace seis meses en el Distrito Federal, causó polémica, sobre todo entre los consumidores de cigarros y algunos dueños de establecimientos nocturnos y restaurantes.
Dicha ley consiste en que se prohíbe fumar dentro de lugares públicos cerrados tales como cafeterías, bares, cantinas, antros, escuelas de nivel medio superior y superior, etcétera.
En un principio se creía que esta disposición oficial afectaría las ventas y ganancias de los establecimientos comerciales, afortunadamente no ha sido así; pero es molesto para los fumadores salir de un bar, café o restaurante, interrumpir su estancia para “echarse el tabaquito” y luego volver a entrar para seguir tomando su café, cerveza o copa.
Parece que a nuestros legisladores no les fue suficiente imponer su ley anti tabaco únicamente en el Distrito Federal, ahora van a aplicarla en todos los estados de la República Mexicana. Es increíble el abuso de poder que ejercen en nuestra nación.
Estoy de acuerdo con que se protejan los derechos de los no fumadores, por eso creo que la solución más viable, sería que los establecimientos nocturnos y restaurantes tuvieran una sección de fumar y otra de no fumar, es decir, como estábamos antes.
Desde mi punto de vista, la ley anti tabaco es una forma de discriminar a las personas, incluso podría considerarse como anti constitucional, puesto que en nuestra Carta Magna se estipula que todos somos iguales ante la ley.
Si los legisladores protegen los derechos de aquellos que no fuman, lo justo sería respetar los de los que sí lo hacen: ¡Podemos estar juntos, pero no revueltos!
Todos somos conscientes de que fumar es nocivo para la salud, que el tabaquismo es una adicción mortal; sin embargo, cada quien es libre de decidir si fuma o no.
La ley anti tabaco que entró en vigor desde hace seis meses en el Distrito Federal, causó polémica, sobre todo entre los consumidores de cigarros y algunos dueños de establecimientos nocturnos y restaurantes.
Dicha ley consiste en que se prohíbe fumar dentro de lugares públicos cerrados tales como cafeterías, bares, cantinas, antros, escuelas de nivel medio superior y superior, etcétera.
En un principio se creía que esta disposición oficial afectaría las ventas y ganancias de los establecimientos comerciales, afortunadamente no ha sido así; pero es molesto para los fumadores salir de un bar, café o restaurante, interrumpir su estancia para “echarse el tabaquito” y luego volver a entrar para seguir tomando su café, cerveza o copa.
Parece que a nuestros legisladores no les fue suficiente imponer su ley anti tabaco únicamente en el Distrito Federal, ahora van a aplicarla en todos los estados de la República Mexicana. Es increíble el abuso de poder que ejercen en nuestra nación.
Estoy de acuerdo con que se protejan los derechos de los no fumadores, por eso creo que la solución más viable, sería que los establecimientos nocturnos y restaurantes tuvieran una sección de fumar y otra de no fumar, es decir, como estábamos antes.
Desde mi punto de vista, la ley anti tabaco es una forma de discriminar a las personas, incluso podría considerarse como anti constitucional, puesto que en nuestra Carta Magna se estipula que todos somos iguales ante la ley.
Si los legisladores protegen los derechos de aquellos que no fuman, lo justo sería respetar los de los que sí lo hacen: ¡Podemos estar juntos, pero no revueltos!
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