lunes, 27 de octubre de 2008

LA SUTIL INFLUENCIA DE LA TELEVISIÓN


Por: Denisse Bernal Santana

Si alguien le ofreciera un millón de dólares o de pesos a cambio de que dejara de ver la televisión por el resto de su vida ¿se comprometería hacerlo? Está de pensarse ¿verdad? Pues bien la televisión es una de las pocas cosas que goza de gran aceptación en todo el mundo, se calcula que hay 1500 millones de televisores en el mundo y que la cifra de telespectadores es muy superior, nos guste o no la tv ocupa un lugar muy importante en la vida de la gente.

La cantidad de tiempo que muchos dedican a la televisión es increíble, un estudio realizado en la agencia Children Now de Estados Unidos indicó que como promedio la gente en México pasa tres horas y media viendo tv, mientras que los estadounidenses y canadienses, cuatro horas y media y los japoneses se llevan las palmas con cinco horas diarias frente al televisor.

Si pasamos cuatro horas diarias viendo televisión a los 60 años habremos estado 10 años frente de la pantalla, pero les aseguro que ninguno de nosotros querría que al morir, le pusieran en nuestra lapida: “Aquí yace nuestro querido amigo, que dedicó una sexta parte de su vida a ver la televisión".

Pero no todo es tan malo, la tv puede ser un poderoso instrumento didáctico de gran utilidad pues gracias a ella conocemos países y gente que tal vez nunca llegaremos a visitar, viajamos a las selvas tropicales y a los casquetes polares, a las cimas de las montañas o tal vez a las profundidades de los océanos. Vemos noticias en directo de lo que sucede al otro lado del mundo, nos informamos sobre política, historia, actualidades y temas culturales entre otras tantas cosas, la tv entretiene, instruye y hasta inspira.

Pero siendo sincera mucha de la programación puede que no sea sana, ni educativa. Probablemente las críticas más exaltadas procedan de quienes condenan sus abundantes y graficas escenas de violencia y sexo como lo hizo Javier Darío Restrepo retomandolo en su Ponencia presentada en el Encuentro Regional sobre Censura Indirecta en América Latina
Casi 2 dos de cada 3 programas televisivos contienen escenas violentas, y su frecuencia promedio es de 6 por hora. El contenido sexual de los programas también es mucho. En dos terceras partes de todos los programas televisivos se habla de sexo y en el 35% se presentan conductas agresivas.

La Comisión sobre Medios de comunicación y sociedad de la Asociación Psicológica de América afirmó: “No cabe la menor duda de que cuanta más violencia se vea en la televisión, más se toleran las actitudes agresivas y más agresividad se manifiesta”.

Piense un momento querido lector, una simple fotografía puede hacernos enojar, reír o llorar; la música también es capaz de despertar en nosotros fuertes emociones; las palabras, sean que las oigamos o le amos, nos hacen pensar, sentir y actuar. ¡Cuánto mayor es el impacto cuando se combinan hábilmente las palabras, música e imágenes en movimiento!. Tal vez por eso tenga tanto poder de seducción la tv aparte de que está al alcance de todo el mundo.

Permítame darle algunas sugerencias que puedan ayudarlo a romper éste hábito que tenemos ( y me incluyo) muchas personas del mundo.
ü Calcule el tiempo que va a dedicar a la tv
ü Reduzca el tiempo
ü Dese un tiempo para planificar lo que verá
ü Sea selectivo en los programas que piense ver

Las empresas gastan anualmente miles de millones de dólares en publicidad, porque saben que lo que la gente ve y oye influye en ella. Se imagina, si unos anuncios de treinta segundos son capaces de moldear nuestra actitud y conducta, podemos estar seguros de que pasar horas frente al televisor nos afecta más de lo que creemos.

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