Querido lector, en muchas ocasiones nos encontramos en los medios de comunicación, especialmente en los periódicos, diversas noticias acerca de algún asesinato o algún homicidio (tal vez cosas parecidas), pero es muy inusual encontrar un verdadero reportaje acerca de estos temas ya que se ocupa demasiado espacio o mucho tiempo para poderlo presentar. En esta ocasión les compartiré mi reflexión acerca de una lectura, o mejor dicho, un excelente reportaje del periodista Truman Capote.
Ya había tenido el gusto de leer un reportaje sublime de este periodista ("A sangre fría"), en esta ocasión llegó a mis manos un relato real de un crimen americano titulado “Ataúdes tallados a mano”, créanme si con el anterior había quedado sorprendida con este más.
Creo que con este tipo de lecturas se inicia un debate, ya que se une la literatura y el periodismo. ¿Por qué? Bueno, porque por parte del periodismo se tiene todo lo que realizó Capote: la investigación, la recopilación de datos fundamentales, indirectamente la entrevista -e inclusive la deducción; pero por el lado literario nos encontramos la forma en la que Truman Capote escribe su relato y sus descripciones.
Al regresar un poco en el pasado, se le consideraba literatura a todas aquellas obras impresas escritas en forma de ficción integradas por clásicos de la literatura asociadas a la ficción, pero a comienzos del siglo XX una serie de escritores-periodistas empiezan a crear desde obras consideradas plenamente literarias hasta ejemplares neoperiodisticos, caracterizados por la combinación de hechos veràces y étnicos de la literatura de ficción que diluían las fronteras entre la ficción y lar ealidad, entre la novela y el reportaje. Ejemplo de estos escritores fueron: Charles Dickens, Ortega y Gasset, y por supuesto Truman Capote.
Todo lo escrito en el párrafo anterior se puede constatar en las novelas realizadas por Capote, ya que se rompe la frontera entre novela y reportaje.
Hay que tomar en cuenta que la diferencia entre el periodismo y la literatura radica en que la finalidad del periodismo es informar, aunque tambien busca otras cosas para lograr esto, hace uso de técnicas literarias. La literatura tiene unos fines más estéticos y de entretenimiento que en ocasiones se acompañan de elementos informativos, tal como lo vemos en las obras de este autor.
En esta obra se utilizan muy bien ambos elementos ya que hay una parte en donde vemos que empieza a platicar con uno de los personajes, haciéndolo sentirse en confianza y sin querer empieza a obtener información. Esto, querido lector, es una de las técnicas de un periodista, crear un ambiente de confianza con la persona para que sola comience a hablar.
La descripción que realiza de las cosas o las acciones que en ese momento hacen las personas involucradas, es para que uno como lector se adentre en la obra y viva lo que el autor nos esta describiendo. Otra técnica que usa mucho este escritor, es que escuchaba toda lo que le contaban y sacaba sus propias deducciones.
Es muy claro que en esta obra existe una libertad absoluta en cuanto a contenido y selección se refiere, puede obedecer a múltiples criterios que en este caso dependen del autor.
Muchos literatos se ganaron o más bien se ganan la vida escribiendo en los diarios, y a la inversa, numerosos periodistas se dedicaron a la literatura. Por tal motivo hoy en día existen muchos reporteros que realizan libros acerca de sus experiencias.
Querido lector si le gusta la literatura este es un buen autor para leer y si no, desee la oportunidad de hojear un libro de este fantástico escritor, le doy mi palabra que no se arrepentirá.
Ya había tenido el gusto de leer un reportaje sublime de este periodista ("A sangre fría"), en esta ocasión llegó a mis manos un relato real de un crimen americano titulado “Ataúdes tallados a mano”, créanme si con el anterior había quedado sorprendida con este más.
Creo que con este tipo de lecturas se inicia un debate, ya que se une la literatura y el periodismo. ¿Por qué? Bueno, porque por parte del periodismo se tiene todo lo que realizó Capote: la investigación, la recopilación de datos fundamentales, indirectamente la entrevista -e inclusive la deducción; pero por el lado literario nos encontramos la forma en la que Truman Capote escribe su relato y sus descripciones.
Al regresar un poco en el pasado, se le consideraba literatura a todas aquellas obras impresas escritas en forma de ficción integradas por clásicos de la literatura asociadas a la ficción, pero a comienzos del siglo XX una serie de escritores-periodistas empiezan a crear desde obras consideradas plenamente literarias hasta ejemplares neoperiodisticos, caracterizados por la combinación de hechos veràces y étnicos de la literatura de ficción que diluían las fronteras entre la ficción y lar ealidad, entre la novela y el reportaje. Ejemplo de estos escritores fueron: Charles Dickens, Ortega y Gasset, y por supuesto Truman Capote.
Todo lo escrito en el párrafo anterior se puede constatar en las novelas realizadas por Capote, ya que se rompe la frontera entre novela y reportaje.
Hay que tomar en cuenta que la diferencia entre el periodismo y la literatura radica en que la finalidad del periodismo es informar, aunque tambien busca otras cosas para lograr esto, hace uso de técnicas literarias. La literatura tiene unos fines más estéticos y de entretenimiento que en ocasiones se acompañan de elementos informativos, tal como lo vemos en las obras de este autor.
En esta obra se utilizan muy bien ambos elementos ya que hay una parte en donde vemos que empieza a platicar con uno de los personajes, haciéndolo sentirse en confianza y sin querer empieza a obtener información. Esto, querido lector, es una de las técnicas de un periodista, crear un ambiente de confianza con la persona para que sola comience a hablar.
La descripción que realiza de las cosas o las acciones que en ese momento hacen las personas involucradas, es para que uno como lector se adentre en la obra y viva lo que el autor nos esta describiendo. Otra técnica que usa mucho este escritor, es que escuchaba toda lo que le contaban y sacaba sus propias deducciones.
Es muy claro que en esta obra existe una libertad absoluta en cuanto a contenido y selección se refiere, puede obedecer a múltiples criterios que en este caso dependen del autor.
Muchos literatos se ganaron o más bien se ganan la vida escribiendo en los diarios, y a la inversa, numerosos periodistas se dedicaron a la literatura. Por tal motivo hoy en día existen muchos reporteros que realizan libros acerca de sus experiencias.
Querido lector si le gusta la literatura este es un buen autor para leer y si no, desee la oportunidad de hojear un libro de este fantástico escritor, le doy mi palabra que no se arrepentirá.
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