
Por: Víctor Hugo Hernández Bocanegra.
Los datos son duros: Los estudiantes aprenden sólo para memorizar y reproducir conocimientos y habilidades científicas; muy pocos pueden identificar, explicar y aplicar de manera sistemática conocimientos científicos en situaciones complejas, es decir, muy pocos utilizarán los conocimientos adquiridos en el aula.
No obstante, los estudiantes mexicanos de 15 años en adelante tienen un “fuerte nivel de apreciación de la ciencia” y esperan lograr una carrera científica a los 30 años, mientras que los de 15 años se muestran “confiados en sus habilidades científicas”.
Lo anterior no forma parte de la prueba ENLACE, sino del documento denominado: “PISA 2006. Aptitudes para las ciencias para el mundo del mañana”, y se trata de un Programa de Evaluación Internacional de Alumnos elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en la que participaron 57 países, incluido el nuestro.
Una revelación para tomarse en cuenta dentro del informe, tiene que ver con el hecho de que el dinero no basta para aumentar el rendimiento educativo. Como ejemplo se toma a los países con el gasto más alto por estudiante: Estados Unidos y Noruega, en comparación con Finlandia, Nueva Zelanda, Corea, Japón, Australia y los Países Bajos, cuyo gasto en educación ha sido moderado, no así el desempeño de sus estudiantes.
Frente a este panorama, la OCDE emite tres recomendaciones para mejorar la calidad de la educación sin que “necesariamente se relacionen con el dinero”. Dichas sugerencias son la diferenciación institucional, la autonomía y la rendición de cuentas.
Por diferenciación institucional, la evaluación se refiere al hecho de que aquellos estudiantes que no son separados de su escuela hasta una edad madura (15 años) muestran un mejor desempeño que quienes ingresaron a escuelas diferentes, ya sea, una secundaria pública o inclusive una escuela privada.
La autonomía se refiere a la posibilidad de que las escuelas se manejen con cierta independencia, y la rendición de cuentas trata de que las escuelas lleven a cabo evaluaciones sobre su desempeño, pero; principalmente a que atiendan las deficiencias cuyos resultados arrojen estas evaluaciones.
En México, la ciencia y la tecnología se encuentran aún peor que la cultura. Actualmente se destina poco menos del 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país en esta inversión, aunque asociaciones como la Academia Mexicana de Ciencias ha solicitado al gobierno que dicho presupuesto aumente por lo menos a 1%.
Mientras esto sucede, ENLACE arroja otra cifra: más de la mitad de los estudiantes de bachillerato pueden resolver sumas y restas con números enteros, pero no con decimales, además de que no pueden revolver una raíz cuadrada. Está de más el decir que ahí se encuentran los futuros científicos de la nación.
Ligas relacionadas:
Para comprender mejor:
ENLACE. Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares que realiza la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México.
OCDE. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
En México la educación comprende los niveles básico (preescolar, primaria y secundaria), educación media superior (preparatoria o bachillerato) y superior (licenciatura).
OCDE. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
En México la educación comprende los niveles básico (preescolar, primaria y secundaria), educación media superior (preparatoria o bachillerato) y superior (licenciatura).
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